Debo esta genial historia a mi querida amiga Cecy. Gracias C por compartirla conmigo y dejarme publicarla.
Es una historia cargada de emociones y lindas figuras que me tuvo pegada a cada letra. Tal como su autora esta salpicada de buenos sentimientos y un sentido de lo que está bien que da envidia -de la buena, claro.
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Caminando por los días conocemos caminos que de una u otra forma nos conducen a lo que deseamos, a esos sueños que hemos plasmado en nuestros pensamientos desde que éramos unos niños….cada etapa construye un peldaño, paginas formando los capítulos de una gran historia.
Con una broma, así comenzó, con juegos y sonrisas que divertían los días…nunca me percaté de su existencia física mas sí de su espíritu, el cual sin lugar a dudas admiraba, le consideraba una figura diferente, simplemente eso…ni mi mente ni mi tiempo podrían agrupar algo más…
Sin embargo parecía q poco a poco su presencia notaba la mía, y que contrario a lo que pensaba y quería, a mi espíritu eso no le era indiferente…poco a poco el verle causaba cierta alegría, cierta emoción, un poco absurda en realidad ¿Qué pasaba?, su mirada parecía que veía algún artefacto diáfano, su sonrisa natural y sus palabras cada vez aumentando a medida de alargar ciertos argumentos para conversar.
Era divertido y a la vez grato compartir un tiempo a su lado, pero mi mente le albergaba cada día un poco más, cada detalle se volvía más importante de lo que debía ser, era algo inconsciente, y no es alarde pero parecía que era mutuo...
Digno de risa quizá no lo sé pero en un momento parecía que no podía sacarlo de mi mente, mis ideas le pensaban más y más y parecía que le pasaba igual, pensando en sus palabras o en algún recuerdo dirigido a lo mismo me encontraba y llegaba un saludo de su parte, a veces con preguntas para iniciar conversación, a veces con detalles que no dejaban de llamar mi atención no solo porque eran para mí sino por…porque fuera como fuera no tenía que ser así…No debía ser una presencia más que se cruzaba en la escritura de mi libro, sin embargo parecía querer volverse un protagonista de él, cuando sabía que tenía un papel estelar en otro.
Así pasaron varios días, entre alagos y sonrisas mutuas, entre momentos compartidos, atenciones y actitudes que a ambos sorprendían, parecía que despertaba en mí algo que había muerto hace mucho, algo que pensé no volvería a conocer…una emoción nerviosa que producía alegría y deseo de conocer más.
Parecía que nuestra ésfera tenía algo, algo como un imán no sé que más parecido a ello podría ser pero queríamos estar cerca. Un abrazo, eso pediste….con un poco de temor, recuerdo, cruce mi brazo de tu cuello y el otro de tu espalda, rodeaste mi cintura con los tuyos, y no sé si era yo o eras tu pero el tiempo se detuvo, poco suele suceder eso pero en ese momento sucedió; mi mente pensaba que pasa?, porqué me abraza asi? Porqué siento algo diferente? Ni siquiera tengo un sentimiento que es esto?..... que pasa, porque no me suelta? Porque parece aferrarse de una forma como si…no esto no está bien-----sin embargo tampoco quería soltarte…vi tu rostro y percibí una mirada diferente, no era yo definitivamente estaba preparada para que mis emociones no trascendieran a un espacio donde no tenían lugar.. pero sin duda ese momento era distinto, t quedaste a mi lado por mucho tiempo, conversando y riendo de mis cosas y las tuyas rodeando mi cintura con tanta ternura y cariño, me diste un beso en mi frente, me abrazaste con tanta fuerza que no sabía si pensar que era cinismo o que tus emociones estaban confundidas; no podía pensar algo distinto y menos a mi favor, eso era imposible.
Mientras me abrazabas percibí que poco a poco te acercabas a mi rostro, no podía ser lo q pensaba…sin embargo me equivoqué porque sí intentabas besar mis labios….más se confundían mis ideas y con una sonrisa tímida vi tus ojos y te abracé, y a pesar que fuiste persistente no permití que hicieras algo de lo que después íbamos a arrepentirnos, al menos eso creí en ese momento que también tenías conciencia para arrepentirte (risas)..
Llamaste, esa noche llamaste, te escuchabas contento y me agradó escucharte.
Dijiste que mis abrazos eran únicos, que eran especiales, no dejaste de solicitarlos cada día….era una locura que me causaba gracia.
Te encontré, una semana después, estabas sólo en el mismo lugar donde me abrázate por primera vez, era inevitable no acercarme, cada día era evidente que nuestras presencias se atraían, deseaban estar cerca, hablar, escucharse, sentirse cerca y abrazarse..
Me senté a tu lado, cruzaste tu brazo hasta mi hombro y yo me apoye en el tuyo, que confortable era!...que tranquilo parecía olvidarse por un momento de todo…. Y que solo fueramos tu y yo.
Te abracé y me levante, sin embargo al hacerlo rodeé tu cuello con mi brazo y tomé tu mano con la mía, fue un gesto espontáneo, nada era parte de un plan o algo así, te solté y caminé hacia mi lugar mientras que tu te levantaste y me pediste que te abrazara una vez más……
Llegaste a mi lado, me hacías cosquillas, a veces te comportabas como un niño y era divertido ver tus locuras y ser parte de ellas, intenté devolverlas y corriste y cuando llegué a ti tomaste mis manos y te rodeaste de ellas, que lindo fue.
Mis pies parecían ya no estar sobre la tierra, pero hay que ser determinante en lo que se quiere en esta vida y no entregar los sentimientos y la emociones a la voluntad propia, sino a la que el ser supremo desea, y a pesar que todo parecía volverse una ilusión llena de detalles y algo diferente a lo que quizá estábamos acostumbrados…simplemente era un paréntesis inusual, un encuentro casual que no era voluntad de la vida ni del destino que tomara mas importancia de la que se merecía, y coloqué mis pies así como mis ideas y emociones en su lugar.
Lejanía, tu presencia la sentía y demandaba lo contrario, tus hechos delataban otra personalidad de tu parte, no la figura que de una u otra forma mi mente idealizó en un instante, como podías dirigirte a mí y tratar de acercarte más, querías escribir estrofas donde tus palabras no encajaban, -en un cuento de hadas no caben frases de terror, o en una película hecha para reír, tampoco caben imágenes para llorar- no podías escribir tu género junto al mío, no eran iguales.
Parecía que te inquietaba mi ausencia, hasta parecía desesperarte, -quizá eso me divertía- cada vez escribías textos adjudicándome más calificativos de lo normal, más interés que el usual; la frecuencia aumentaba cada día.
Juntos una tarde, te sentaste a mi lado, me abrazaste, y recuerdo haber pensado que podía ser la última vez que lo hiciera así, te abracé y me aferré a ti como nunca, pensé en que ese momento era mío y que iba a apreciarlo porque éramos los dos nada más y tendría que ser definitivamente la última vez..
Tierno, cariñoso, especial, expresivo, persistente, divertido, interesante, inteligente, creativo, detallista, y diferente…… uh! Apariencia o verdad, falsedad o realidad, quién sabe, en una situación distinta a lo mejor nunca hubieras notado mi presencia, nunca confié en las personas, todas traicionan cuando les conviene, agradeciste por esa tarde y desde ese día no contesté más a tus mensajes –creo que solo un domingo pero nada que no debía-.
Dos días antes de terminar un capítulo de tus escritos aun seguías escribiéndome cosas que no consideraba apropiadas…eso me hacía ver quien eras y desconfiar más de todas las personas, sabía que cuando regresaras de tu gira para empezar tu nuevo capítulo serías distinto, pero vaya sorpresa…. Parecía que no.
El alboroto de tus palabras guardaba la vulnerabilidad de tus emociones, la inmadurez de tus pensamientos, los comentarios que rodaban eran de tu inseguridad e indecisión, fuera como fuera éste espacio se convirtió en una enseñanza para mí, y a pesar de todo no fuiste un personaje principal en mi obra!, tienes un personaje secundario o terciario o quizá de esos dónde sólo es la multitud que ocupa un espacio para que las situaciones no se tornen vacías en medio de los fragmentos, sin duda un paréntesis que se cerró y que antecede a una larga y bella historia real!.
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